lunes, 23 de julio de 2007

XENODOQUIO


XENODOQUIO

Mérida comienza su etapa visigoda con la herencia del esplendor político y cultural vivido en los últimos tiempos de dominación romana.

En el aspecto religioso, el cristianismo, desde el s. IV, va a influir en los cambios de la ciudad, imprimiéndole un nuevo carácter que, en el s. VI, ya consolidado, tiene su reflejo en el urbanismo emeritense. Uno de los hechos más significativos, en este sentido, fue el martirio de Santa Eulalia.

Para atender a los numerosos peregrinos que acudían, en el s. VI, a visitar el túmulo de Eulalia, el obispo Masona ordenó contruir un Xenodochium -albergue de peregrinos y hospital para enfermos pobres de la ciudad- en las afueras de Mérida.

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